El Programa de Monitoreo Sanitario de la Ballena Franca Austral reportó la muerte de 21 ballenas en la Península Valdés, Chubut, entre el 19 y el 29 de octubre.
Este fenómeno generó preocupación debido a la posible relación con el consumo de algas tóxicas durante una floración algal nociva en el Golfo Nuevo y es por eso que el Gobierno del Chubut, a través del Ministerio de Turismo y Áreas Protegidas, está coordinando esfuerzos con diversas entidades para la reubicación de los mamíferos varados.
Las tareas de remoción de las ballenas se están llevando a cabo en colaboración con la Dirección de Flora y Fauna, la Administración de Vialidad Provincial, la Administradora del Área Natural Protegida Península Valdés, el municipio de Puerto Pirámides, la Red Fauna y los operadores de avistaje de ballenas. Estos esfuerzos buscan acceder a áreas de difícil acceso cerca de la localidad mencionada.
El Ministerio de Turismo y Áreas Protegidas del Chubut aclaró que las imágenes que circulan en medios y redes sociales no corresponden a la situación actual, sino a un evento similar ocurrido en 2022 en la misma área protegida. En ese entonces, la mortandad de ballenas fue significativamente mayor.
Un caso específico de la situación actual es el de cuatro ballenas varadas en las costas de Piedra Guacha. Las autoridades y organismos involucrados han actuado de manera inmediata y coordinada para abordar este incidente.
El informe del Programa de Monitoreo Sanitario sugiere que el consumo de algas tóxicas podría ser una causa de la mortandad. Se observó que las ballenas adultas y juveniles se alimentaron con frecuencia en el último mes, coincidiendo con el final de la estancia de las madres con sus crías en el área, tras un largo periodo de ayuno.
Los especialistas han analizado los niveles de toxinas y explican que, aunque las floraciones algales ocurren en parches en la zona de alimentación, la causa de la mortandad se confirmará con el aislamiento de toxinas de los órganos de los ejemplares sometidos a necropsias.