A partir del próximo mes de mayo, los usuarios del servicio ferroviario se verán enfrentados a un incremento adicional en el precio de los boletos. Esta medida, que repercutirá directamente en el presupuesto de los pasajeros, ha generado inquietud y malestar entre la población.
Según lo anunciado, el boleto en la tercera sección del tren tendrá un costo de $320 para aquellos usuarios que cuenten con la tarjeta SUBE registrada. Por su parte, el boleto de la sección mínima ascenderá a $200, mientras que para la segunda sección el precio será de $260.
Para aquellos usuarios que no tengan la SUBE registrada, el aumento en el costo del boleto será aún más pronunciado, oscilando entre los $400 y los $640, dependiendo de la sección del tren y del tipo de servicio requerido.
Es importante destacar que esta decisión llega luego de un período de congelamiento de tarifas que se había mantenido desde el mes de enero, lo cual agrega un impacto adicional en el presupuesto de los usuarios.
Este aumento en el precio del transporte público no solo afecta el bolsillo de los ciudadanos, sino que también plantea interrogantes sobre la accesibilidad y la equidad en el acceso a los servicios básicos de movilidad. Se espera que este incremento genere un debate público sobre las políticas tarifarias y su impacto en la calidad de vida de la población.
Los usuarios del servicio de trenes y la comunidad en general estarán atentos a las posibles medidas que se puedan adoptar para mitigar el impacto económico de este aumento en el costo del transporte público.